martes

A ver si alguien en estos día me cuenta cómo fue hoy


Qué hicieron. Qué hablaron. Qué se llevaron de bueno. Ideas copadas q hayan surgido, entusiasmos nuevos. Y sobre todo cuenten si escribieron, si en general la ronda de misiones cumplidas fue positiva. Nos vemos el martes q viene. Llevo regalo sorpresa. El q no va se lo pierde. Besos desde acá



Laura Meradi cuenta cómo escribió "tu mano izquierda"




En ésta página
hay entrevistas muy interesantes (por más q el libro a lo mejor no sea interesante) pero ellos cuentan, nadie los interrumpe, los filman mientas los dejan hablar. Y al final, en todos los casos, leen un pedacito. Hay muchos. Está bueno.

Elijo al azar como Laura Meradi cuenta su propia manera de llegar a escribir su novela.


al principio escribía cuentos, textos q ella pensaba que eran cuentos, pero no tenía ni idea, se dejó llevar y descubrió q muchos cuentos tenían el mismo personaje. soportó "el enchastre" la angustia de no saber, y de repente, pum, la cosa cae, se hace la luz.
Me gusta como dice que contaba una historia de Cecilia y después "me venía otra y me venía otra, me venía otra" Se deja usar como un lugar adonde van las historias. Lo escribió en DOS o tres años, corrigió, reescribió, cambió la estructura varias veces. Dice 'las escenas me van diciendo a mí lo q estaba detrás'
No tenía una estructura previa, los supuestos cuentos la fueron llevando.

CONFIÉ MUCHO EN ESA MANERA ( cómo me gusta esa frase )


No leí el libro, pero me gusta espiar, escuchar cómo hacen, cómo piensan sus libros, cómo se van sintiendo

domingo

Se nono e vero, e ben trovato

Julio Cortázar escribía: "La coma, esa puerta giratoria del pensamiento"

Lea y analice la siguiente frase:

"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer andaría en cuatro patas en su búsqueda".

Si usted es mujer, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra mujer.
Si usted es varón, con toda seguridad colocaría la coma después de la palabra tiene.

viernes

No lo encuentro ni traducido ni con subtítulos, si alguien quisiera... es MUY interesante

(hay mucho material de Julia Cameron en internet, sobre todo videos)


Vieron la película o leyeron The Freedom Writers (Diarios de la Calle)?



Es la historia real de una maestra muy joven que la ponen a cargo de una clase en California, un secundario con terribles problemas de violencia y de intolerancia, una clase con adolescentes de clase baja, negros, latinos, blancos, judíos, chorros, droga, todo es un descontrol. Una historia real. Lo único que parecen tener en común estos chicos y la comunidad en general es el odio que se tienen entre sí.

Ésta maestra hace de todo para intentar enseñar algo, pars ganarse a sus estudiantes pese al rechazo de todos ellos.
Sabiendo que cada uno de sus estudiantes tiene una historia que contar, la maestra como un recurso diferente que se le ocurre como única opción, les propone que escriban un diario con sus pensamientos y experiencias. Les lleva un cuaderno a cada uno (el típico cuaderno yankee) y los anima a escribir. Los diarios de los chicos dejan de ser "una obligación escolar" y se convierten en un instrumento de afirmación vital. A partir de esta experiencia real se hizo la película, y ahora existe una Fundación que trabaja con chicos marginados y es súper interesante saber cómo hacen ( yo me suscribí a la Fundación para que me manden info porque mi sueño era poder hacer algo parecido acá) Escribir. Escribir. Conocerse a través de la escritura. Crecer. Plantearse proyectos. Un ejemplo. Otro más.

no hay q escribir bajo la influencia del dolor, sino con el recuerdo del dolor


porque la perturbación q uno siente cuando está dolorido le hace dar x buenas algunas macarronerías

si se mete un dolor verdadero la mezcla es nociva




jueves

Yo escribo


qué raros son los jueves que parecen lunes

(ahí hay una frase para empezar a escribir)


y Franco nos regala dos frases más


absolutamente de acuerdo


y


que animales de costumbres que somos no?


Ya tenemos tres, de la nada, en éste lugarcito.


Y ahora que ya tenemos qué escribir, aparecen mil excusas Y EL CENSOR.

La primera gran excusa es
no tengo tiempo. Entonces qué pasa con mi vida si de verdad no tengo 10 minutos (DIEZ MINUTOS) x día para escribir libremente, para escucharme y pasarlo a un papel, para embarcarme en ésta aventura de conocerme a través de la escritura, de encarar un Proyecto.


Pensemos.


Qué raros son los jueves que parecen lunes no?

domingo

Ella lo explica así

La cita con el artista


Julia Cameron propone una cita semanal, un compromiso con uno mismo, algo planeado, un juego, salir a algún lugar que nos aporte algo nuevo, un rato, una vez x semana.

Si no viajás nunca en subte, puede ser un viaje en subte, un paseo por un barrio desconocido, una visita a un local de libros viejos, una plaza, un museo, una disquería, un local de muebles orientales, o de antiguedades. Lo que se nos ocurra. Sentarnos en una estación de tren, visitar una sala de espera de un hospital, (todo esto son cosas q se me ocurren a mí) tomar un café en la terminal de buquebús.


Yo ayer fui al Tigre, no es que fui especialmente como pide Cameron, pero saqué fotos y volví con muchas ganas de escribir.

Es una manera simple de nutrirnos, de salir de nuestros lugares de siempre, de agudizar la mirada.

A mí me sirve.





sábado

El irresistible ego de los escritores, entre otras cosas


Decálogo del escritor

Augusto Monterroso

Primero.

Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

Tercero.
En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: "En literatura no hay nada escrito".

Cuarto.
Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

Quinto.
Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

Sexto.
Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

Séptimo.
No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

Octavo.
Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

Noveno.
Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

Décimo.
Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

Undécimo.
No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

Duodécimo.
Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.

El autor da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez.

Muy en serio con mucho humor

Literatura

Javier Cercas: “Ni se te ocurra escribir para los críticos”

08/03/2010 | David González / Aviondepapel.tv

El autor de 'Soldados de Salamina' tira la primera piedra y nos ayuda a comenzar una serie de artículos en los que le daremos vueltas al oficio del escritor y cuáles son sos más peligrosos fantasmas.

Los decálogos para escritores tienen cierta tradición en Latinoamérica. Desde Horacio Quiroga a Augusto Monterroso, pasando por Jorge Luis Borges o Roberto Bolaño, muchos autores han difundido su propia poética o aquella manera de explicar cómo escribir, por qué y dónde. Así, nosotros les hemos propuesto varios escritores españoles que nos cedan su propio decálogo o bien aquellas experiencias o consejos que les ayudaron en su oficio narrativo. Javier Cercas es el primero de estos autores. Nos cede un decálogo apócrifo, en el que nos advierte: “Ni se te ocurra escribir para los críticos”.

Decálogo apócrifo del escritor de éxito, de Javier Cercas

PRIMERO. Recuerda que la única forma posible de éxito consiste en escribir el mejor libro que puedes escribir, ese libro que antes de terminar de escribir ni siquiera imaginabas que podías llegar a escribir. No busques ninguna otra forma de éxito: que sea ella la que te busque a ti. Si te pilla, no tengas miedo y haz como si no pasara nada.

SEGUNDO. No escribas para tu madre. Ni para tu padre. Ni para tu novia. No escribas para tus amigos. No escribas para tus enemigos (sobre todo, no los odies: el odio, lo dijo Michael Corleone, no te permite juzgarlos). Ni se te ocurra escribir para los críticos. Ni para los editores ni para los agentes ni por supuesto para esa abstracción llamada lector, que, como su propio nombre indica, no existe. Ni siquera escribas para ti mismo. Escribe para un Dios impecablemente omnisciente, que sabe incluso cuando estás tratando de engañarlo. Y entonces se ríe con una carcajada horripilante.

TERCERO. No olvides que escribir una frase consiste en resolver un problema que la siguiente frase vuelve a plantear. Ni que escribir un libro consiste en lo mismo. Desconfía de la facilidad. No intentes ser inteligente ni sabio ni profundo ni gracioso ni divertido (por Dios santo, no intentes ser gracioso ni divertido): que lo sea el libro. Que el libro sea mucho mejor que tú, que no eres más que un pobre hombre, como todo el mundo. Dedícate a otra cosa en cuando notes que escribes tratando de quedar bien. No olvides que escribir consiste en reescribir; es decir: en averiguar qué es lo que estaba dentro de ti sin que tú lo supieras.

CUARTO
. Huye como de la peste de las frases bonitas, de las palabras bonitas, de quienes escriben con mayúscula la palabra arte, la palabra artista, la palabra obra, la palabra belleza, sobre todo la palabra belleza. Huye de todo lo que suene remotamente a literatura; la literatura es lo que nunca, ni siquiera remotamente, suena a literatura: suena sólo a verdad.

QUINTO. Resérvate el miedo que tengas (y ya sé que tienes un miedo espantoso) para la vida, y destiérralo como sea en cuanto te sientes a escribir, para que aparezca entero y verdadero en tus libros, que son lo que de verdad eres. Recuerda que este oficio no es para cobardes, pero recuerda también que el valiente no es el que no tiene miedo, sino el que tiene miedo y se aguanta y luego embiste y va a por todas.

SEXTO. Escribe como si estuvieras muerto y recordaras o inventaras (da lo mismo) cuanto te ocurrió a ti o a otros, igual que si quisieras materializar un espejismo, igual que si contra toda evidencia te hubieras convencido de que, en el momento en que consigas materializarlo, lo que te ocurrió a ti o a otros se volverá más real que lo real, que a fin de cuentas no es nada. Recuerda, por cierto, que no hay nada más importante que la literatura, excepto la vida.

SÉPTIMO
. Cultiva tus obsesiones, tus vicios, tu locura y, con moderación, tu cordura; cultiva tus perplejidades, tus pasiones (las altas y las bajas, sobre todo las bajas), tu gusto intransferible (el bueno y el malo, sobre todo el malo), y no olvides reírte con alegre fiereza de ti mismo. Recuerda que tus defectos son también tus virtudes. Ni harto de vino rechaces un elogio, porque -esto no lo dijo Michael Corleone, sino La Rochefocauld, pero para el caso es lo mismo- quien rechaza un elogio es porque quiere dos. Y, sobre todo, sobre todo, por nada del mundo te resignes a sentir envidia de un colega o a hablar mal de él: es una confesión de inferioridad.

OCTAVO. Léelo todo, relee sólo lo más íntimo (pero relee mucho), escribe lo que te salga de las entrañas –por decirlo con una palabra distinguida-, y publica sólo lo que no puedas no publicar. A menos que hayas decidido suicidarte o te hayas perdido por completo el respeto a ti mismo o los acreedores te amenacen con la cárcel o el potro de tortura, no tengas prisa por publicar.

NOVENO. Si escribes con ordenador, hazme caso y presiona de vez en cuando el icono Guardar, y no escatimes en copias de seguridad: más que nada para ahorrarte hacer el mamarracho ante ti mismo con la imaginación masoquista y vilmente halagadora de que acabas de perder para siempre la frase o el párrafo o la página que te iba a justificar; si escribes a mano, tienes una posibilidad menos de hacer el mamarracho, así que es preferible que escribas a mano. Este mandamiento es el penúltimo, pero debería ser el segundo.

DÉCIMO. Recuerda (este mandamiento es el último, pero debería ser el primero) no hacer caso jamás de ningún decálogo. Empezando por éste y acabando por el que tú mismo escribas el día en que alguien decida que eres un escritor de éxito y te pida escribir un decálogo del escritor de éxito.


Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962) nos cede este decálogo con motivo de su participación en el encuentro El escritor y sus fantasmas, que hasta el 25 de marzo organiza el Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, en Madrid. Cercas ha publicado el libro de cuentos El móvil (1987), el libro de relatos Relatos realesEl inquilino (1989), El vientre de la ballena (1997), Soldados de Salamina (2001), obra por la que consiguió un éxito internacional de crítica y público y que ha sido adaptada al cine y al teatro, La velocidad de la luz (2005) y Diálogos de Salamina, un paseo por el cine (2003); la recopilación de artículos La verdad de Agamenón (2006), la biografía, en colaboración con Cesc Puigdevall Álbum Galmés (2002) y el ensayo Anatomía de un instante (2009). Ha recibido, entre otros, el Premio Qué Leer, Premio Crisol, Premi Llibreter, Premio Librería Cálamo, Premio Salambó, The Independent Foreign Fiction Prize en Reino Unido, Premio Grinzane Cavour en Italia, Premio de la Crítica de Chile, Premi Ciutat de Barcelona, Premio Ciudad de Cartagena, Premio Extremadura, 2008 - Athens Prize for Literatura.
(2000), las novelas

jueves

Ya es jueves


Comparon cuaderno?

Empezaron a escribirlo?

-cantidad - cantidad-



cómo van?

miércoles

Chat desencontrado



Marie: Quedé alucinada!


(resumen de la noche de anoche de Marie)


Una blogger del grupo para ir a visitar



Disfruté del primer encuentro. Me quedo con las ideas flotando en el espacio.


Pego una de mis críticas cinematográficas en mi nuevo blog:














martes

Hoy fue el primer encuentro del Taller de Proyectos de Escritura de Alejandro Rozitchner


Éramos un montón y estuvo bueno.

Como yo ya fui a varios veo algunos patrones q se repiten en los distintos grupos: profesionales que quieren cambiar su manera de escribir, gente con ilusiones y proyectos, con cosas ya escritas, con nada escrito, con ganas de hacer algo con la escritura. Gente con entusiasmo y eso en el encuentro se contagia.

Yo estoy segura que este Taller sirve para mucho más q para largarse a escribir, organizar un proyecto o decidir la trama de una novela. Sirve para conocerse, para tener un espacio propio de libertad y sueños. Es un instrumento de transformación.

A mí al final me salió decir lo de quedarnos con la sensación de libertad, poder y entusiasmo que da éste tipo de enfoque, escribir MUCHO, sin que la calidad sea juzgada. Escribir con ciertas reglas, la principal: escribir!

Dejo acá mi mail x si quieren ponerse en contacto conmigo, o si quieren que suba algún material interesante me lo mandan x mail y lo compartimos en el blog

laurabeilin@fibertel.com.ar

besos, compren el cuaderno y una birome o lapicera q escriba lindo (oh, las Lammy!) y busquen momentos. Son nuestros tesoros.